lunes, febrero 25

Filósofos al poder

"Terminé por adquirir el convencimiento, con respecto a todos los Estados actuales, de que están, sin excepción, mal gobernados; en efecto, lo referente a su legislación no tiene remedio sin una extraordinaria reforma, acompañada además de suerte para implantarla. Y me vi obligado a reconocer, en alabanza de la verdadera filosofía, que de ella depende el obtener una visión perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno político como en el privado, y que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son recta y verdaderamente filósofos ocupen los cargos públicos, o bien los que ejercen el poder en los Estados lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de la palabra". (Introducción del Libro Segundo de La República, de Platón).
Días antes de encontrarme con este ilustrativo fragmento, me lamentaba sobre las consecuencias acarreadas por una mala formación intelectual de los que hoy en día ocupan cargos de gobierno. "Los políticos de hoy sólo saben de política. Eso es, la mera burocracia. Pero ignoran la realidad; no saben de Filosofía ni de moral..." Palabras similares le pronunciaba a mi amiga, mientras una profunda desolación - angustia que me ataca a menudo, cuando me asomo de mis fantasías para contemplar la cruda realidad del siglo 21 - se abatía en mi alma. Tardé en reponerme, a medida que el tema progresaba, y ya caminábamos lejos de aquella plaza.
No creo que la solución que nos propone el sabio griego sea algo sencillo. La clave está en lograr el avance cultural, forjándolo a través de una verdadera educación - la del alma - que asiente virtudes en toda la sociedad. Pero los sistemas políticos y sociales modernos no se comparan con los de aquella época. Se requiere un sistema de soluciones infinitamente complejas que asistan a toda la humanidad. Es necesario - y de extrema urgencia - resolver problemas pendientes entre el hombre y la naturaleza, problemas entre el hombre y otros hombres, y problemas del hombre consigo mismo. No se puede lograr la paz en una región geográfica determinada; menos aun considerando la interdependencia creciente, sino que es necesario un replanteamiento a nivel global, respaldado por todos, y un planeamiento estratégico, como ya dije, de soluciones reales a largo plazo.