"En los presentes días pienso en un castillo, la mitad del cual no ha de encontrarse forzosamente en ruinas; este castillo es mío, y le veo situado en un lugar agreste, no muy lejos de París. Las dependencias de este castillo son infinitas, y su interior ha sido terriblemente restaurado, de modo que no deja nada que desear en cuanto se refiere a comodidades. Ante la puerta que las sombras de los árboles ocultan, hay automóviles que esperan. Algunos de mis amigos viven en él: ahí va Louis Aragon, que abandona el castillo y apenas tiene tiempo para deciros adiós; Philippe Soupault se levanta con las estrellas, y Paul Eluard, nuestro gran Eluard, todavía no ha regresado. Ahí están Robert Desnos y Roger Vitrac, que descifran en el parque un viejo edicto sobre los duelos; y Georges Auric y Jean Paulhan; Max Morise, quien tan bien rema, y Benjamin Péret, con sus ecuaciones de pájaros; y Joseph Delteil; y Jean Carrive; y Georges Limbour, y Georges Limbour (hay un bosque de Georges Limbour); y Marcel Noll; he ahí a T. Fraenkel, quien nos saludó desde un globo cautivo, Georges Malkine, Antonin Artaud, Francis Gérard, Pierre Naville, J. A. Boiffard, después Jacques Baron y su hermano, apuestos y cordiales, y tantos otros, y mujeres de arrebatadora belleza, de verdad. A esa gente joven nada se le puede negar, y en cuanto concierne a la riqueza, sus deseos son órdenes. Francis Picabia nos visita, y, la semana pasada, hemos dado una recepción a un tal Marcel Duchamp, a quien todavía no conocíamos. Picasso caza por los alrededores. El espíritu de la desmoralización ha fijado su domicilio en el castillo, y a él recurrimos todas las veces que tenemos que entrar en relación con nuestros semejantes, pero las puertas están siempre abiertas, y no comenzamos nuestras relaciones dando las gracias al prójimo, ¿saben ustedes? Por lo demás, grande es la soledad, y no nos reunimos con frecuencia, porque, ¿acaso lo escencial no es que seamos dueños de nosotros mismos, y, también, señores de las mujeres y del amor?.
Se me acusará de incurrir en mentiras poéticas; todos dirán que vivo en la calle Fontaine, y que jamás gozarán de tanta belleza. ¡Maldita sea! ¿Es absolutamente seguro que este castillo del que acabo de hacer los honores se reduce simplemente a una imagen? Pero, si a pesar de todo tal castillo existiera... Ahí están mis invitados para dar fe; su capricho es el camino luminoso que a él conduce. En verdad, vivimos en nuestra fantasía, cuando estamos en ella. ¿Y cómo es posible que cada cual pueda molestar al otro, allí, protegidos por el afán sentimental, al encuentro de las ocasiones?"
Extraído de "Primer manifiesto Surrealista" publicado por Breton, André (sin su consentimento).
Tripulantes de babor y estribor, sotavento y carajo, tengo el placer de compartir con ustedes una minúscula parte del Manifiesto de mi estimado André (incomprendido como un genio, subestimado como un idiota) A esta altura supongo se alegrarán de que no continúe con mi obsesivo análisis de la obra Platónico/Socrática y, a decir verdad, yo también estoy alegre. Alegre, porque desde hace mucho he querido compartir algo sobre este libro, y ahora he dado con el momento justo.
Ah!, el paraíso surrealista... allí donde el espíritu corre libre por los jardines de la imaginación y el idealismo, rota su eterna condena de servir a la moral, a la estética, a la lógica y, en fin, al sistema opresor de las almas, el materialismo. Todos ellos conspiraron para someter al hombre, para devorarlo, para enloquecerlo... viles engendros, perversos allegados al reino de lo somero.
Pero, en algún momento, el alma enloquece... desquiciada de encierro claustral entre las paredes de lo sensible, de lo visible. Busca huir, busca correr hacia un prado infinito, en busca de satisfacer sus anhelos más profundos... allí donde la imaginación le ha prometido llevarla algún día. Mas la imaginación ha sufrido nuestro olvido, nuestro desprecio... desde el momento en que nos rendimos ante las reglas impuestas por la sociedad (llamado madurez, según los entendidos), desde el momento en que las cosas más simples de la vida dejan de sorprendernos, desde que nos despedimos de la ilusión, de la fantasía, de los amigos imaginarios (tan añorados por quienes hemos padecido la soledad en las siestas de insomnio)... de todo cuanto fuera valioso, en fin, en pos de una resignación suprema, comparable a la de un niño cuando, en pleno auge de su felicidad, fuera reprendido por sus padres y llevado a rastras a casa, "porque ya es muy tarde".
Decía, pues, que la imaginación nos abandona o, mejor, la abandonamos. Una vez que esto ocurre, ya no volverá jamás. Pero la promesa que hizo al alma seguirá en pie, y esta aguardará en el umbral durante años, esperando su liberación... sin saber que su redentora, que su Teseo, ha muerto.
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Sólo durante los sueños el espíritu goza de esa libertad, sólo entonces se ve libre. Pero, ¿por qué subordinar al sueño ante la vigilia, siendo que es bien considerable el tiempo que se le dedica al mismo, en comparación con el otro?. Después de todo, es la memoria caprichosa quien nos impone lagunas, quien borra la pizarra de lo que hemos escrito durante la noche...
Pero existe una realidad otra, aunque no sea tangible. ¿Vivimos en el mundo, o vivimos dentro de nosotros mismos?. En tal caso, ¿Compartimos todos el mismo mundo, o, más bien, sólo cohabitamos en el espacio de intersección entre los mundos que existen dentro de cada uno de nosotros?
Mi mundo es mucho más de lo que veo; es lo que siento, lo que interpreto, lo que deseo, y lo que imagino... Debería, por tanto, ampliar mi concepto de realidad más allá de su interpretación vulgar, debería crear una Superrealidad o Surrealidad.
Ahora, si me disculpan, iré a visitar a André, que desde hace tiempo me está esperando en su castillo, y sería una falta de respeto llegar a tomar el té después de las cinco. ¡Se me hace tarde!.
---(Señor Conejo in memoriam)---
sábado, abril 25
domingo, marzo 8
Vendimia?
Aprovechando la ocasión, y ya que me he propuesto criticar las ceremeonias patrimoniales de Cuyo, he de confesarles cierta repulsión que padezco respecto a la situación actual de la fiesta de la Vendimia.
Es que, al ver otro año la misma fiesta, los mismos festejos... de una vendimia Pop, más Pop que nunca, no dejo de sentir una falta de consideración hacia los verdaderos partícipes de la vendimia. Y a veces me pregunto qué carajo tendrán que ver con la vendimia Vila, Manzano, y sus amigos del monopolio. (Esos sí que lo han jugado, y son buenos comprando terrenos, cobrando alquileres, y pagando coimas)
Estos tipos aparecen en todos lados, festejando en sus quintas repletas tanto de lujo como de malicia. Burgueses de medio pelo... apoyados por otros burguesitos casi tan adinerados como ellos pero mucho más estúpidos, como los que salen a la luz desde hace tiempo en la línea de Estrictamente Social. Esto es inaudito, es inaceptable.
Destapando botellas de Champagne cuyo costo no baja de los $70 por unidad, uno los ve posar para las fotos, luciendo sus mejores trajes de etiqueta...
Y hablan de vendimia, orgullosos.
Orgullosos de su tierra, de sus frutos.
Y se sienten partícipes.
¿Y para qué vino Mirtha Legrand, dicho sea de paso?.
Todos son partícipes de la vendimia, basta con ir al Carrousel y a los fuegos del Acto Central.
Qué bonito, señores, ¡Qué bonito!. ¡Viva vendimia, la fiesta de los adinerados!. ¡Viva vendimia, fiesta de los medios!. ¡Viva vendimia, fiesta de las reinas!. Reinas cada vez más gringas... rubias, de ojos azules.
...yo no les creo. No creo que manos tan suaves y pulcras sean responsables de la vendimia,... de la cosecha de miles de toneladas de uva,... del surcado de canales de riego con pico y pala.
¿Y por qué no una "Fiesta de los trabajadores golondrina", que viven recorriendo los campos que aún no han sido devorados por la tecnología y el riego por goteo; recolectando los regalos de nuestra Madre Tierra. Recolectando esperanza, recolectando vida. Porque si no lo hacen no comen, y si no lo hacen no comemos. Tampoco esos burgueses ingratos...
¿Y por qué no una "Fiesta del Tomero"; "Fiesta del chacarero"?
Por favor, que la tierra no es del que tiene papeles, sino de quien la trabaja.
Virgen de la Carrodilla
patrona de los viñedos
Esperanza de los hijos
que han nacido junto al cerro
Los que han hundido el arado
y han cultivado tu suelo
te piden que los ampares
Patrona de los Viñedos...
Es que, al ver otro año la misma fiesta, los mismos festejos... de una vendimia Pop, más Pop que nunca, no dejo de sentir una falta de consideración hacia los verdaderos partícipes de la vendimia. Y a veces me pregunto qué carajo tendrán que ver con la vendimia Vila, Manzano, y sus amigos del monopolio. (Esos sí que lo han jugado, y son buenos comprando terrenos, cobrando alquileres, y pagando coimas)
Estos tipos aparecen en todos lados, festejando en sus quintas repletas tanto de lujo como de malicia. Burgueses de medio pelo... apoyados por otros burguesitos casi tan adinerados como ellos pero mucho más estúpidos, como los que salen a la luz desde hace tiempo en la línea de Estrictamente Social. Esto es inaudito, es inaceptable.
Destapando botellas de Champagne cuyo costo no baja de los $70 por unidad, uno los ve posar para las fotos, luciendo sus mejores trajes de etiqueta...
Y hablan de vendimia, orgullosos.
Orgullosos de su tierra, de sus frutos.
Y se sienten partícipes.
¿Y para qué vino Mirtha Legrand, dicho sea de paso?.
Todos son partícipes de la vendimia, basta con ir al Carrousel y a los fuegos del Acto Central.
Qué bonito, señores, ¡Qué bonito!. ¡Viva vendimia, la fiesta de los adinerados!. ¡Viva vendimia, fiesta de los medios!. ¡Viva vendimia, fiesta de las reinas!. Reinas cada vez más gringas... rubias, de ojos azules.
...yo no les creo. No creo que manos tan suaves y pulcras sean responsables de la vendimia,... de la cosecha de miles de toneladas de uva,... del surcado de canales de riego con pico y pala.
¿Y por qué no una "Fiesta de los trabajadores golondrina", que viven recorriendo los campos que aún no han sido devorados por la tecnología y el riego por goteo; recolectando los regalos de nuestra Madre Tierra. Recolectando esperanza, recolectando vida. Porque si no lo hacen no comen, y si no lo hacen no comemos. Tampoco esos burgueses ingratos...
¿Y por qué no una "Fiesta del Tomero"; "Fiesta del chacarero"?
Por favor, que la tierra no es del que tiene papeles, sino de quien la trabaja.
Virgen de la Carrodilla
patrona de los viñedos
Esperanza de los hijos
que han nacido junto al cerro
Los que han hundido el arado
y han cultivado tu suelo
te piden que los ampares
Patrona de los Viñedos...
domingo, marzo 1
Pan y circo
En esta ocasión, estimados críticos, he de narrarles algunos puntos sobre la extraña experiencia que viví al dar casi por casualidad en lo que podría llamarse "participación artística de la Fiesta Nacional del Sol 2009".
Me encontraba yo muy feliz trabajando en el beneplácito Taller de Teatro Universitario, cuando, de improvisto, incurrió en la sala una mujer misteriosa...
Una vez terminado en ensayo, esta se dio a conocer como Directora Teatral de la Fiesta Nacional del Sol... claro que yo no sabía lo que significaba ese título, ni sospeché las consecuencias a las que me llevaría a corto plazo.
Dijo que necesitaría actores dispuestos a participar de la "Privilegiada" F.N.S. Entre los presentes, de acuerdo a sus intereses escénicos, selecionó de entre los presentes a un grupo de unos 7 masculinos entre los que me contaba.
...Algo dentro mío me sugirió inmediatamente que no accediera... debí hacerle caso...
Primera parte: Filmación
Tras una previa de numerosas visitas a la modista encargada, llegó el día de viajar a las periferias de la urbe sanjuanina para realizar el montaje de unos cuadros. Palabras clave: impuntualidad; larga espera; breves tomas insulsas; vestuario ridículo (que dio origen a gran parte de los apodos con los que sería conocido entre mis colegas durante el resto del proyecto); reiteración infinitesimal de tomas; nula marcación de desarrollo actoral (sólo se marcaron acción y espacio); elipsis del proceso de ensayo; guión despojado de cualquier mérito artístico u originalidad; agobiante, larga jornada; calor; calor...
Nótese además que la asistencia a esta jornada, programada durante la mañana de un día de semana, significó mi ausencia a un recuperatorio de Química, que acarrearía sobre mi un doble esfuerzo para ser aprobado en Noviembre.
Segunda parte: Vestuario
No pocas veces fui advertido de un día para otro sobre pruebas de vestuario durante el mes de Enero, lo que significó viajes de ida y vuelta a la provincia vecina. Di a asistir en varias ocasiones esperando la llegada de una modista virtual cuya existencia supo caber cada día más en el cuadro de mi duda, esperando pacientemente desde las 20:30 hasta las 23. Sólo un buen tiempo después lograría que me tomasen las medidas.
Tercera Parte: Ensayos
Durante las primeras dos semanas de Febrero, fuimos citados con frecuencia a concurrir a los ensayos. Durante los mismos, estipulando un balance, debemos haber invertido un 10% del tiempo en discutir sobre pagos, descuento de los pagos, cobertura del seguro, contratos, aforos, movimientos bancarios, y temas afines. Un 5% del tiempo estuvo dedicado a medirse el vestuario (nada más complicado que un par de camisas). El 85% restante... fue una falta de respeto. Es asombroso cómo les dio la cara para tenernos parados durante horas sin soltar una mísera explicación sobre lo que habríamos de desarrollar, mientras veíamos en contraposición al cuadro de bailarines, quienes no cesaban de ensayar ni de recibir indicaciones del director.
Los últimos ensayos antes del 18 fueron para nosotros todo un logro: después de esas 3 horas de pie (los temas de conversación, según se imaginan, estaban agotados), nos tocaba una pasada de 4 minutos para ensayar el cuadro "del parque". Este cuadro es en realidad una escena de bailarines + actores. El papel de los actores era el de rellenar por detrás de escena las coreografías de los primeros, por lo que, como es de suponer, las marcaciones brillaron por su ausencia. Esto nos llevó finalmente a acordar entre los propios actores una línea de acción aplicable a esos personajes hipergrotescos.
A partir del 18 nos reunimos todos los días de 19 a 01 horas para ensayar en el escenario formal, levantado en medio de una prominente quebrada de pliegues recumbentes, elevados después a partir de fallas colosales que dieron origen a la estructura de los monoclinales adyacentes.
Allí aprendimos a esperar esa pasada de 5 minutos con ansias, porque bien supimos esto sería todo lo que hubiera a nuestro alcance hasta dos días antes de la presentación. Fue entonces cuando instalaron la "Pantalla Gigante" con la que debíamos interactuar en el cuadro llamado "de Amable Jones". Entonces, y sólo entonces pudimos ensayar en dos pasadas (días jueves y viernes, de ensayo general) lo que sería nuestro cuadro más importante (este no superaba los 4 minutos).
Así, mientras los bailarines ensayaban, recibían marcaciones constantemente. Nosotros, esperábamos... los últimos dos días fueron para ellos un repaso; para nosotros, la introducción.
Gente mayor, gente trabajadora, tenidos en vela durante aquellos ensayos. Aquí radica la primer falta de respeto: hacia los actores.
La segunda fue hacia los bailarines profesionales, que debieron interactuar con gente que no hizo más que molestar y arreglarse el pelo, como si se tratara de un juego... un juego por el que cobrarían lindo y bonito.
La tercera, hacia los músicos: fueron contratados unos ciento cincuenta músicos de categoría, entre percusionistas, guitarristas, y otros. Estos no hicieron más que subir al escenario a lucir los instrumentos, en un absurdo que consistía en simular sobre una pista grabada.
La cuarta, hacia el pueblo mismo de San Juan.
Inversiones extraordinarias, de procedencia bien conocida, puestas en traer medios de prensa desde Buenos Aires y fuera del País. Mucha, muchísima plata en armar el escenario, luces, y fuegos artificiales. Todo para una puesta mediocre que continúa la línea hipertradicionalista de siempre. Estética, tal vez, pero vacía, seguramente. ¿Será que lo original se confunde a veces con lo extraño, y esto pueda generar un temor desmedido al proceso de cambio, asociado con la pérdida de identidad?
Después de todo, no hay que olvidar que esta fiesta no es más que otra campaña publicitaria urgida para hacer creer a la gente que San Juan crece... a la par de la minería.
¡Al pueblo, pan y circo, señores!
Me encontraba yo muy feliz trabajando en el beneplácito Taller de Teatro Universitario, cuando, de improvisto, incurrió en la sala una mujer misteriosa...
Una vez terminado en ensayo, esta se dio a conocer como Directora Teatral de la Fiesta Nacional del Sol... claro que yo no sabía lo que significaba ese título, ni sospeché las consecuencias a las que me llevaría a corto plazo.
Dijo que necesitaría actores dispuestos a participar de la "Privilegiada" F.N.S. Entre los presentes, de acuerdo a sus intereses escénicos, selecionó de entre los presentes a un grupo de unos 7 masculinos entre los que me contaba.
...Algo dentro mío me sugirió inmediatamente que no accediera... debí hacerle caso...
Primera parte: Filmación
Tras una previa de numerosas visitas a la modista encargada, llegó el día de viajar a las periferias de la urbe sanjuanina para realizar el montaje de unos cuadros. Palabras clave: impuntualidad; larga espera; breves tomas insulsas; vestuario ridículo (que dio origen a gran parte de los apodos con los que sería conocido entre mis colegas durante el resto del proyecto); reiteración infinitesimal de tomas; nula marcación de desarrollo actoral (sólo se marcaron acción y espacio); elipsis del proceso de ensayo; guión despojado de cualquier mérito artístico u originalidad; agobiante, larga jornada; calor; calor...
Nótese además que la asistencia a esta jornada, programada durante la mañana de un día de semana, significó mi ausencia a un recuperatorio de Química, que acarrearía sobre mi un doble esfuerzo para ser aprobado en Noviembre.
Segunda parte: Vestuario
No pocas veces fui advertido de un día para otro sobre pruebas de vestuario durante el mes de Enero, lo que significó viajes de ida y vuelta a la provincia vecina. Di a asistir en varias ocasiones esperando la llegada de una modista virtual cuya existencia supo caber cada día más en el cuadro de mi duda, esperando pacientemente desde las 20:30 hasta las 23. Sólo un buen tiempo después lograría que me tomasen las medidas.
Tercera Parte: Ensayos
Durante las primeras dos semanas de Febrero, fuimos citados con frecuencia a concurrir a los ensayos. Durante los mismos, estipulando un balance, debemos haber invertido un 10% del tiempo en discutir sobre pagos, descuento de los pagos, cobertura del seguro, contratos, aforos, movimientos bancarios, y temas afines. Un 5% del tiempo estuvo dedicado a medirse el vestuario (nada más complicado que un par de camisas). El 85% restante... fue una falta de respeto. Es asombroso cómo les dio la cara para tenernos parados durante horas sin soltar una mísera explicación sobre lo que habríamos de desarrollar, mientras veíamos en contraposición al cuadro de bailarines, quienes no cesaban de ensayar ni de recibir indicaciones del director.
Los últimos ensayos antes del 18 fueron para nosotros todo un logro: después de esas 3 horas de pie (los temas de conversación, según se imaginan, estaban agotados), nos tocaba una pasada de 4 minutos para ensayar el cuadro "del parque". Este cuadro es en realidad una escena de bailarines + actores. El papel de los actores era el de rellenar por detrás de escena las coreografías de los primeros, por lo que, como es de suponer, las marcaciones brillaron por su ausencia. Esto nos llevó finalmente a acordar entre los propios actores una línea de acción aplicable a esos personajes hipergrotescos.
A partir del 18 nos reunimos todos los días de 19 a 01 horas para ensayar en el escenario formal, levantado en medio de una prominente quebrada de pliegues recumbentes, elevados después a partir de fallas colosales que dieron origen a la estructura de los monoclinales adyacentes.
Allí aprendimos a esperar esa pasada de 5 minutos con ansias, porque bien supimos esto sería todo lo que hubiera a nuestro alcance hasta dos días antes de la presentación. Fue entonces cuando instalaron la "Pantalla Gigante" con la que debíamos interactuar en el cuadro llamado "de Amable Jones". Entonces, y sólo entonces pudimos ensayar en dos pasadas (días jueves y viernes, de ensayo general) lo que sería nuestro cuadro más importante (este no superaba los 4 minutos).
Así, mientras los bailarines ensayaban, recibían marcaciones constantemente. Nosotros, esperábamos... los últimos dos días fueron para ellos un repaso; para nosotros, la introducción.
Gente mayor, gente trabajadora, tenidos en vela durante aquellos ensayos. Aquí radica la primer falta de respeto: hacia los actores.
La segunda fue hacia los bailarines profesionales, que debieron interactuar con gente que no hizo más que molestar y arreglarse el pelo, como si se tratara de un juego... un juego por el que cobrarían lindo y bonito.
La tercera, hacia los músicos: fueron contratados unos ciento cincuenta músicos de categoría, entre percusionistas, guitarristas, y otros. Estos no hicieron más que subir al escenario a lucir los instrumentos, en un absurdo que consistía en simular sobre una pista grabada.
La cuarta, hacia el pueblo mismo de San Juan.
Inversiones extraordinarias, de procedencia bien conocida, puestas en traer medios de prensa desde Buenos Aires y fuera del País. Mucha, muchísima plata en armar el escenario, luces, y fuegos artificiales. Todo para una puesta mediocre que continúa la línea hipertradicionalista de siempre. Estética, tal vez, pero vacía, seguramente. ¿Será que lo original se confunde a veces con lo extraño, y esto pueda generar un temor desmedido al proceso de cambio, asociado con la pérdida de identidad?
Después de todo, no hay que olvidar que esta fiesta no es más que otra campaña publicitaria urgida para hacer creer a la gente que San Juan crece... a la par de la minería.
¡Al pueblo, pan y circo, señores!
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