"En los presentes días pienso en un castillo, la mitad del cual no ha de encontrarse forzosamente en ruinas; este castillo es mío, y le veo situado en un lugar agreste, no muy lejos de París. Las dependencias de este castillo son infinitas, y su interior ha sido terriblemente restaurado, de modo que no deja nada que desear en cuanto se refiere a comodidades. Ante la puerta que las sombras de los árboles ocultan, hay automóviles que esperan. Algunos de mis amigos viven en él: ahí va Louis Aragon, que abandona el castillo y apenas tiene tiempo para deciros adiós; Philippe Soupault se levanta con las estrellas, y Paul Eluard, nuestro gran Eluard, todavía no ha regresado. Ahí están Robert Desnos y Roger Vitrac, que descifran en el parque un viejo edicto sobre los duelos; y Georges Auric y Jean Paulhan; Max Morise, quien tan bien rema, y Benjamin Péret, con sus ecuaciones de pájaros; y Joseph Delteil; y Jean Carrive; y Georges Limbour, y Georges Limbour (hay un bosque de Georges Limbour); y Marcel Noll; he ahí a T. Fraenkel, quien nos saludó desde un globo cautivo, Georges Malkine, Antonin Artaud, Francis Gérard, Pierre Naville, J. A. Boiffard, después Jacques Baron y su hermano, apuestos y cordiales, y tantos otros, y mujeres de arrebatadora belleza, de verdad. A esa gente joven nada se le puede negar, y en cuanto concierne a la riqueza, sus deseos son órdenes. Francis Picabia nos visita, y, la semana pasada, hemos dado una recepción a un tal Marcel Duchamp, a quien todavía no conocíamos. Picasso caza por los alrededores. El espíritu de la desmoralización ha fijado su domicilio en el castillo, y a él recurrimos todas las veces que tenemos que entrar en relación con nuestros semejantes, pero las puertas están siempre abiertas, y no comenzamos nuestras relaciones dando las gracias al prójimo, ¿saben ustedes? Por lo demás, grande es la soledad, y no nos reunimos con frecuencia, porque, ¿acaso lo escencial no es que seamos dueños de nosotros mismos, y, también, señores de las mujeres y del amor?.
Se me acusará de incurrir en mentiras poéticas; todos dirán que vivo en la calle Fontaine, y que jamás gozarán de tanta belleza. ¡Maldita sea! ¿Es absolutamente seguro que este castillo del que acabo de hacer los honores se reduce simplemente a una imagen? Pero, si a pesar de todo tal castillo existiera... Ahí están mis invitados para dar fe; su capricho es el camino luminoso que a él conduce. En verdad, vivimos en nuestra fantasía, cuando estamos en ella. ¿Y cómo es posible que cada cual pueda molestar al otro, allí, protegidos por el afán sentimental, al encuentro de las ocasiones?"
Extraído de "Primer manifiesto Surrealista" publicado por Breton, André (sin su consentimento).
Tripulantes de babor y estribor, sotavento y carajo, tengo el placer de compartir con ustedes una minúscula parte del Manifiesto de mi estimado André (incomprendido como un genio, subestimado como un idiota) A esta altura supongo se alegrarán de que no continúe con mi obsesivo análisis de la obra Platónico/Socrática y, a decir verdad, yo también estoy alegre. Alegre, porque desde hace mucho he querido compartir algo sobre este libro, y ahora he dado con el momento justo.
Ah!, el paraíso surrealista... allí donde el espíritu corre libre por los jardines de la imaginación y el idealismo, rota su eterna condena de servir a la moral, a la estética, a la lógica y, en fin, al sistema opresor de las almas, el materialismo. Todos ellos conspiraron para someter al hombre, para devorarlo, para enloquecerlo... viles engendros, perversos allegados al reino de lo somero.
Pero, en algún momento, el alma enloquece... desquiciada de encierro claustral entre las paredes de lo sensible, de lo visible. Busca huir, busca correr hacia un prado infinito, en busca de satisfacer sus anhelos más profundos... allí donde la imaginación le ha prometido llevarla algún día. Mas la imaginación ha sufrido nuestro olvido, nuestro desprecio... desde el momento en que nos rendimos ante las reglas impuestas por la sociedad (llamado madurez, según los entendidos), desde el momento en que las cosas más simples de la vida dejan de sorprendernos, desde que nos despedimos de la ilusión, de la fantasía, de los amigos imaginarios (tan añorados por quienes hemos padecido la soledad en las siestas de insomnio)... de todo cuanto fuera valioso, en fin, en pos de una resignación suprema, comparable a la de un niño cuando, en pleno auge de su felicidad, fuera reprendido por sus padres y llevado a rastras a casa, "porque ya es muy tarde".
Decía, pues, que la imaginación nos abandona o, mejor, la abandonamos. Una vez que esto ocurre, ya no volverá jamás. Pero la promesa que hizo al alma seguirá en pie, y esta aguardará en el umbral durante años, esperando su liberación... sin saber que su redentora, que su Teseo, ha muerto.
..........................................................................................................................................................................
Sólo durante los sueños el espíritu goza de esa libertad, sólo entonces se ve libre. Pero, ¿por qué subordinar al sueño ante la vigilia, siendo que es bien considerable el tiempo que se le dedica al mismo, en comparación con el otro?. Después de todo, es la memoria caprichosa quien nos impone lagunas, quien borra la pizarra de lo que hemos escrito durante la noche...
Pero existe una realidad otra, aunque no sea tangible. ¿Vivimos en el mundo, o vivimos dentro de nosotros mismos?. En tal caso, ¿Compartimos todos el mismo mundo, o, más bien, sólo cohabitamos en el espacio de intersección entre los mundos que existen dentro de cada uno de nosotros?
Mi mundo es mucho más de lo que veo; es lo que siento, lo que interpreto, lo que deseo, y lo que imagino... Debería, por tanto, ampliar mi concepto de realidad más allá de su interpretación vulgar, debería crear una Superrealidad o Surrealidad.
Ahora, si me disculpan, iré a visitar a André, que desde hace tiempo me está esperando en su castillo, y sería una falta de respeto llegar a tomar el té después de las cinco. ¡Se me hace tarde!.
---(Señor Conejo in memoriam)---
sábado, abril 25
domingo, marzo 8
Vendimia?
Aprovechando la ocasión, y ya que me he propuesto criticar las ceremeonias patrimoniales de Cuyo, he de confesarles cierta repulsión que padezco respecto a la situación actual de la fiesta de la Vendimia.
Es que, al ver otro año la misma fiesta, los mismos festejos... de una vendimia Pop, más Pop que nunca, no dejo de sentir una falta de consideración hacia los verdaderos partícipes de la vendimia. Y a veces me pregunto qué carajo tendrán que ver con la vendimia Vila, Manzano, y sus amigos del monopolio. (Esos sí que lo han jugado, y son buenos comprando terrenos, cobrando alquileres, y pagando coimas)
Estos tipos aparecen en todos lados, festejando en sus quintas repletas tanto de lujo como de malicia. Burgueses de medio pelo... apoyados por otros burguesitos casi tan adinerados como ellos pero mucho más estúpidos, como los que salen a la luz desde hace tiempo en la línea de Estrictamente Social. Esto es inaudito, es inaceptable.
Destapando botellas de Champagne cuyo costo no baja de los $70 por unidad, uno los ve posar para las fotos, luciendo sus mejores trajes de etiqueta...
Y hablan de vendimia, orgullosos.
Orgullosos de su tierra, de sus frutos.
Y se sienten partícipes.
¿Y para qué vino Mirtha Legrand, dicho sea de paso?.
Todos son partícipes de la vendimia, basta con ir al Carrousel y a los fuegos del Acto Central.
Qué bonito, señores, ¡Qué bonito!. ¡Viva vendimia, la fiesta de los adinerados!. ¡Viva vendimia, fiesta de los medios!. ¡Viva vendimia, fiesta de las reinas!. Reinas cada vez más gringas... rubias, de ojos azules.
...yo no les creo. No creo que manos tan suaves y pulcras sean responsables de la vendimia,... de la cosecha de miles de toneladas de uva,... del surcado de canales de riego con pico y pala.
¿Y por qué no una "Fiesta de los trabajadores golondrina", que viven recorriendo los campos que aún no han sido devorados por la tecnología y el riego por goteo; recolectando los regalos de nuestra Madre Tierra. Recolectando esperanza, recolectando vida. Porque si no lo hacen no comen, y si no lo hacen no comemos. Tampoco esos burgueses ingratos...
¿Y por qué no una "Fiesta del Tomero"; "Fiesta del chacarero"?
Por favor, que la tierra no es del que tiene papeles, sino de quien la trabaja.
Virgen de la Carrodilla
patrona de los viñedos
Esperanza de los hijos
que han nacido junto al cerro
Los que han hundido el arado
y han cultivado tu suelo
te piden que los ampares
Patrona de los Viñedos...
Es que, al ver otro año la misma fiesta, los mismos festejos... de una vendimia Pop, más Pop que nunca, no dejo de sentir una falta de consideración hacia los verdaderos partícipes de la vendimia. Y a veces me pregunto qué carajo tendrán que ver con la vendimia Vila, Manzano, y sus amigos del monopolio. (Esos sí que lo han jugado, y son buenos comprando terrenos, cobrando alquileres, y pagando coimas)
Estos tipos aparecen en todos lados, festejando en sus quintas repletas tanto de lujo como de malicia. Burgueses de medio pelo... apoyados por otros burguesitos casi tan adinerados como ellos pero mucho más estúpidos, como los que salen a la luz desde hace tiempo en la línea de Estrictamente Social. Esto es inaudito, es inaceptable.
Destapando botellas de Champagne cuyo costo no baja de los $70 por unidad, uno los ve posar para las fotos, luciendo sus mejores trajes de etiqueta...
Y hablan de vendimia, orgullosos.
Orgullosos de su tierra, de sus frutos.
Y se sienten partícipes.
¿Y para qué vino Mirtha Legrand, dicho sea de paso?.
Todos son partícipes de la vendimia, basta con ir al Carrousel y a los fuegos del Acto Central.
Qué bonito, señores, ¡Qué bonito!. ¡Viva vendimia, la fiesta de los adinerados!. ¡Viva vendimia, fiesta de los medios!. ¡Viva vendimia, fiesta de las reinas!. Reinas cada vez más gringas... rubias, de ojos azules.
...yo no les creo. No creo que manos tan suaves y pulcras sean responsables de la vendimia,... de la cosecha de miles de toneladas de uva,... del surcado de canales de riego con pico y pala.
¿Y por qué no una "Fiesta de los trabajadores golondrina", que viven recorriendo los campos que aún no han sido devorados por la tecnología y el riego por goteo; recolectando los regalos de nuestra Madre Tierra. Recolectando esperanza, recolectando vida. Porque si no lo hacen no comen, y si no lo hacen no comemos. Tampoco esos burgueses ingratos...
¿Y por qué no una "Fiesta del Tomero"; "Fiesta del chacarero"?
Por favor, que la tierra no es del que tiene papeles, sino de quien la trabaja.
Virgen de la Carrodilla
patrona de los viñedos
Esperanza de los hijos
que han nacido junto al cerro
Los que han hundido el arado
y han cultivado tu suelo
te piden que los ampares
Patrona de los Viñedos...
domingo, marzo 1
Pan y circo
En esta ocasión, estimados críticos, he de narrarles algunos puntos sobre la extraña experiencia que viví al dar casi por casualidad en lo que podría llamarse "participación artística de la Fiesta Nacional del Sol 2009".
Me encontraba yo muy feliz trabajando en el beneplácito Taller de Teatro Universitario, cuando, de improvisto, incurrió en la sala una mujer misteriosa...
Una vez terminado en ensayo, esta se dio a conocer como Directora Teatral de la Fiesta Nacional del Sol... claro que yo no sabía lo que significaba ese título, ni sospeché las consecuencias a las que me llevaría a corto plazo.
Dijo que necesitaría actores dispuestos a participar de la "Privilegiada" F.N.S. Entre los presentes, de acuerdo a sus intereses escénicos, selecionó de entre los presentes a un grupo de unos 7 masculinos entre los que me contaba.
...Algo dentro mío me sugirió inmediatamente que no accediera... debí hacerle caso...
Primera parte: Filmación
Tras una previa de numerosas visitas a la modista encargada, llegó el día de viajar a las periferias de la urbe sanjuanina para realizar el montaje de unos cuadros. Palabras clave: impuntualidad; larga espera; breves tomas insulsas; vestuario ridículo (que dio origen a gran parte de los apodos con los que sería conocido entre mis colegas durante el resto del proyecto); reiteración infinitesimal de tomas; nula marcación de desarrollo actoral (sólo se marcaron acción y espacio); elipsis del proceso de ensayo; guión despojado de cualquier mérito artístico u originalidad; agobiante, larga jornada; calor; calor...
Nótese además que la asistencia a esta jornada, programada durante la mañana de un día de semana, significó mi ausencia a un recuperatorio de Química, que acarrearía sobre mi un doble esfuerzo para ser aprobado en Noviembre.
Segunda parte: Vestuario
No pocas veces fui advertido de un día para otro sobre pruebas de vestuario durante el mes de Enero, lo que significó viajes de ida y vuelta a la provincia vecina. Di a asistir en varias ocasiones esperando la llegada de una modista virtual cuya existencia supo caber cada día más en el cuadro de mi duda, esperando pacientemente desde las 20:30 hasta las 23. Sólo un buen tiempo después lograría que me tomasen las medidas.
Tercera Parte: Ensayos
Durante las primeras dos semanas de Febrero, fuimos citados con frecuencia a concurrir a los ensayos. Durante los mismos, estipulando un balance, debemos haber invertido un 10% del tiempo en discutir sobre pagos, descuento de los pagos, cobertura del seguro, contratos, aforos, movimientos bancarios, y temas afines. Un 5% del tiempo estuvo dedicado a medirse el vestuario (nada más complicado que un par de camisas). El 85% restante... fue una falta de respeto. Es asombroso cómo les dio la cara para tenernos parados durante horas sin soltar una mísera explicación sobre lo que habríamos de desarrollar, mientras veíamos en contraposición al cuadro de bailarines, quienes no cesaban de ensayar ni de recibir indicaciones del director.
Los últimos ensayos antes del 18 fueron para nosotros todo un logro: después de esas 3 horas de pie (los temas de conversación, según se imaginan, estaban agotados), nos tocaba una pasada de 4 minutos para ensayar el cuadro "del parque". Este cuadro es en realidad una escena de bailarines + actores. El papel de los actores era el de rellenar por detrás de escena las coreografías de los primeros, por lo que, como es de suponer, las marcaciones brillaron por su ausencia. Esto nos llevó finalmente a acordar entre los propios actores una línea de acción aplicable a esos personajes hipergrotescos.
A partir del 18 nos reunimos todos los días de 19 a 01 horas para ensayar en el escenario formal, levantado en medio de una prominente quebrada de pliegues recumbentes, elevados después a partir de fallas colosales que dieron origen a la estructura de los monoclinales adyacentes.
Allí aprendimos a esperar esa pasada de 5 minutos con ansias, porque bien supimos esto sería todo lo que hubiera a nuestro alcance hasta dos días antes de la presentación. Fue entonces cuando instalaron la "Pantalla Gigante" con la que debíamos interactuar en el cuadro llamado "de Amable Jones". Entonces, y sólo entonces pudimos ensayar en dos pasadas (días jueves y viernes, de ensayo general) lo que sería nuestro cuadro más importante (este no superaba los 4 minutos).
Así, mientras los bailarines ensayaban, recibían marcaciones constantemente. Nosotros, esperábamos... los últimos dos días fueron para ellos un repaso; para nosotros, la introducción.
Gente mayor, gente trabajadora, tenidos en vela durante aquellos ensayos. Aquí radica la primer falta de respeto: hacia los actores.
La segunda fue hacia los bailarines profesionales, que debieron interactuar con gente que no hizo más que molestar y arreglarse el pelo, como si se tratara de un juego... un juego por el que cobrarían lindo y bonito.
La tercera, hacia los músicos: fueron contratados unos ciento cincuenta músicos de categoría, entre percusionistas, guitarristas, y otros. Estos no hicieron más que subir al escenario a lucir los instrumentos, en un absurdo que consistía en simular sobre una pista grabada.
La cuarta, hacia el pueblo mismo de San Juan.
Inversiones extraordinarias, de procedencia bien conocida, puestas en traer medios de prensa desde Buenos Aires y fuera del País. Mucha, muchísima plata en armar el escenario, luces, y fuegos artificiales. Todo para una puesta mediocre que continúa la línea hipertradicionalista de siempre. Estética, tal vez, pero vacía, seguramente. ¿Será que lo original se confunde a veces con lo extraño, y esto pueda generar un temor desmedido al proceso de cambio, asociado con la pérdida de identidad?
Después de todo, no hay que olvidar que esta fiesta no es más que otra campaña publicitaria urgida para hacer creer a la gente que San Juan crece... a la par de la minería.
¡Al pueblo, pan y circo, señores!
Me encontraba yo muy feliz trabajando en el beneplácito Taller de Teatro Universitario, cuando, de improvisto, incurrió en la sala una mujer misteriosa...
Una vez terminado en ensayo, esta se dio a conocer como Directora Teatral de la Fiesta Nacional del Sol... claro que yo no sabía lo que significaba ese título, ni sospeché las consecuencias a las que me llevaría a corto plazo.
Dijo que necesitaría actores dispuestos a participar de la "Privilegiada" F.N.S. Entre los presentes, de acuerdo a sus intereses escénicos, selecionó de entre los presentes a un grupo de unos 7 masculinos entre los que me contaba.
...Algo dentro mío me sugirió inmediatamente que no accediera... debí hacerle caso...
Primera parte: Filmación
Tras una previa de numerosas visitas a la modista encargada, llegó el día de viajar a las periferias de la urbe sanjuanina para realizar el montaje de unos cuadros. Palabras clave: impuntualidad; larga espera; breves tomas insulsas; vestuario ridículo (que dio origen a gran parte de los apodos con los que sería conocido entre mis colegas durante el resto del proyecto); reiteración infinitesimal de tomas; nula marcación de desarrollo actoral (sólo se marcaron acción y espacio); elipsis del proceso de ensayo; guión despojado de cualquier mérito artístico u originalidad; agobiante, larga jornada; calor; calor...
Nótese además que la asistencia a esta jornada, programada durante la mañana de un día de semana, significó mi ausencia a un recuperatorio de Química, que acarrearía sobre mi un doble esfuerzo para ser aprobado en Noviembre.
Segunda parte: Vestuario
No pocas veces fui advertido de un día para otro sobre pruebas de vestuario durante el mes de Enero, lo que significó viajes de ida y vuelta a la provincia vecina. Di a asistir en varias ocasiones esperando la llegada de una modista virtual cuya existencia supo caber cada día más en el cuadro de mi duda, esperando pacientemente desde las 20:30 hasta las 23. Sólo un buen tiempo después lograría que me tomasen las medidas.
Tercera Parte: Ensayos
Durante las primeras dos semanas de Febrero, fuimos citados con frecuencia a concurrir a los ensayos. Durante los mismos, estipulando un balance, debemos haber invertido un 10% del tiempo en discutir sobre pagos, descuento de los pagos, cobertura del seguro, contratos, aforos, movimientos bancarios, y temas afines. Un 5% del tiempo estuvo dedicado a medirse el vestuario (nada más complicado que un par de camisas). El 85% restante... fue una falta de respeto. Es asombroso cómo les dio la cara para tenernos parados durante horas sin soltar una mísera explicación sobre lo que habríamos de desarrollar, mientras veíamos en contraposición al cuadro de bailarines, quienes no cesaban de ensayar ni de recibir indicaciones del director.
Los últimos ensayos antes del 18 fueron para nosotros todo un logro: después de esas 3 horas de pie (los temas de conversación, según se imaginan, estaban agotados), nos tocaba una pasada de 4 minutos para ensayar el cuadro "del parque". Este cuadro es en realidad una escena de bailarines + actores. El papel de los actores era el de rellenar por detrás de escena las coreografías de los primeros, por lo que, como es de suponer, las marcaciones brillaron por su ausencia. Esto nos llevó finalmente a acordar entre los propios actores una línea de acción aplicable a esos personajes hipergrotescos.
A partir del 18 nos reunimos todos los días de 19 a 01 horas para ensayar en el escenario formal, levantado en medio de una prominente quebrada de pliegues recumbentes, elevados después a partir de fallas colosales que dieron origen a la estructura de los monoclinales adyacentes.
Allí aprendimos a esperar esa pasada de 5 minutos con ansias, porque bien supimos esto sería todo lo que hubiera a nuestro alcance hasta dos días antes de la presentación. Fue entonces cuando instalaron la "Pantalla Gigante" con la que debíamos interactuar en el cuadro llamado "de Amable Jones". Entonces, y sólo entonces pudimos ensayar en dos pasadas (días jueves y viernes, de ensayo general) lo que sería nuestro cuadro más importante (este no superaba los 4 minutos).
Así, mientras los bailarines ensayaban, recibían marcaciones constantemente. Nosotros, esperábamos... los últimos dos días fueron para ellos un repaso; para nosotros, la introducción.
Gente mayor, gente trabajadora, tenidos en vela durante aquellos ensayos. Aquí radica la primer falta de respeto: hacia los actores.
La segunda fue hacia los bailarines profesionales, que debieron interactuar con gente que no hizo más que molestar y arreglarse el pelo, como si se tratara de un juego... un juego por el que cobrarían lindo y bonito.
La tercera, hacia los músicos: fueron contratados unos ciento cincuenta músicos de categoría, entre percusionistas, guitarristas, y otros. Estos no hicieron más que subir al escenario a lucir los instrumentos, en un absurdo que consistía en simular sobre una pista grabada.
La cuarta, hacia el pueblo mismo de San Juan.
Inversiones extraordinarias, de procedencia bien conocida, puestas en traer medios de prensa desde Buenos Aires y fuera del País. Mucha, muchísima plata en armar el escenario, luces, y fuegos artificiales. Todo para una puesta mediocre que continúa la línea hipertradicionalista de siempre. Estética, tal vez, pero vacía, seguramente. ¿Será que lo original se confunde a veces con lo extraño, y esto pueda generar un temor desmedido al proceso de cambio, asociado con la pérdida de identidad?
Después de todo, no hay que olvidar que esta fiesta no es más que otra campaña publicitaria urgida para hacer creer a la gente que San Juan crece... a la par de la minería.
¡Al pueblo, pan y circo, señores!
sábado, diciembre 20
...de poesía, filosofía, sociología...
Estimados navegantes, capitanes de barcos hundidos en épicas batallas navales. Ustedes que especularon al situarlos en una esquina, se sintieron desvanecer al oír en boca del enemigo aquél perturbador bombardeo sobre su oculto A1...
Luego de ya varias lunas sin tocar tierra alguna, he dado por fin en un puerto aliado. Aprovecho la situación para enviarles una nueva reflexión que atañe a la alegoría de la caverna, y a mi estimadísimo Ruben Darío.
Figúrense en primer lugar un hombre, enmarcado en un aire de realismo mágico, elevando a más no poder su espíritu con las alas de la poesía:
Para ir al azul do van las bandolinas,
hay que pensar y hacer y bregar y soñar,
salpicándose con las espumas del mar
de tempestades infernales y divinas.
De mi triste cornona, ¿cuántas son las espinas?
Pues, una a una, apenas me las puedo arrancar.
Recuerdas mis confianzas, pues las ruges, ¡oh mar!
¡Y recuerdas mis penas, ruiseñor, pues las trinas!
Vos de fuerza o dulzura en la gloria del día,
bajo los vastos cielos, sobre los océanos,
inclinemos la frente ante la Poesía.
Dejémonos de palabras y gestos vanos;
y puesto que el instante es bueno todavía,
¡levantemos los ojos y juntemos las manos!
"Para ir al azul...", Rubén Darío
...............................................................................................
En fin, entre uno y otro suspiro, supongan el sujeto se ve interrumpido por otros, que se dirigen incestuosamente al mismo, dándole a entender que su actividad literaria pone en duda su sexualidad. Supongamos también que luego le hablen sobre infinitas vanalidades acerca de su repugnante cotidaneidad consumista.
Luego, que lo presionen de una y otra forma para que acceda a su mismo tipo de vida, mismas costumbres, mismo escepticismo, etc. Que lo amenacen con toda una vida en soledad si acaso no accediese a unírseles; que fuese obligado a comparar tamaño y forma de innumerables senos y trastes de mujeres ortopédicas, a manejarse según los criterios estéticos de la moda, a embriagarse rutinariamente, a ver programas de televisión que no sólo no educan, sino que deseducan al espíritu...
Digamos, que si aquella persona había antes cobrado alas, y estaba abandonando la caverna, los otros, por mera insensatez, le dieron de a escopetazos a más no poder para que aterrice de cabeza a la tierra de la oscuridad y la doxa, u opinión.
Ahora sí, introducidos de ese modo, comprenderán las palabras de Platón.
Por cierto, quise simplemente graficar la situación empleando los recursos mínimos, por lo que tal vez no les maraville la poesía, ni el relato planteado. Apunto, en realidad, a lo siguiente:
"Es natural, desde luego -dijo, que haya que extrañarse de que, al pasar un hombre de las contemplaciones divinas a las miserias humanas, se muestre torpe y sumamente ridículo cuando, viendo todavía mal y no hallándose aún suficientemente acostumbrado a las tinieblas que le rodean, se ve obligado a discutir, en los tribunales o en otro lugar cualquiera, acerca de las sombras de lo justo o de las imágenes de que son ellas reflejo, y a contender acerca del modo en que interpretan estas cosas los que jamás han visto la justicia en sí?"
La república, Platón. Prólogo del libro sexto.
En fin, no es más que la incomprensión hacia las grandes mentes, y hacia todos aquellos que estén un paso adelante. Es catalogar de loco a quien toma conciencia. Es bufonearlo, es encerrarse en el consumismo, en la superficialidad, es revolcarse en el barro hediondo de esa caverna, y negarse a creer en algo más. Es negarse a soñar, amigos, y negarle la posibilidad de soñar a los demás.
Pobre de aquél, que haya visto las cosas desde arriba, y no encuentre palabras en este vulgar idioma para hacernos entender una realidad otra.
Sin más, me despido desplegando el catalejo al tiempo que firmo esta carta y me dispongo reembarcarme.
Luego de ya varias lunas sin tocar tierra alguna, he dado por fin en un puerto aliado. Aprovecho la situación para enviarles una nueva reflexión que atañe a la alegoría de la caverna, y a mi estimadísimo Ruben Darío.
Figúrense en primer lugar un hombre, enmarcado en un aire de realismo mágico, elevando a más no poder su espíritu con las alas de la poesía:
Para ir al azul do van las bandolinas,
hay que pensar y hacer y bregar y soñar,
salpicándose con las espumas del mar
de tempestades infernales y divinas.
De mi triste cornona, ¿cuántas son las espinas?
Pues, una a una, apenas me las puedo arrancar.
Recuerdas mis confianzas, pues las ruges, ¡oh mar!
¡Y recuerdas mis penas, ruiseñor, pues las trinas!
Vos de fuerza o dulzura en la gloria del día,
bajo los vastos cielos, sobre los océanos,
inclinemos la frente ante la Poesía.
Dejémonos de palabras y gestos vanos;
y puesto que el instante es bueno todavía,
¡levantemos los ojos y juntemos las manos!
"Para ir al azul...", Rubén Darío
...............................................................................................
En fin, entre uno y otro suspiro, supongan el sujeto se ve interrumpido por otros, que se dirigen incestuosamente al mismo, dándole a entender que su actividad literaria pone en duda su sexualidad. Supongamos también que luego le hablen sobre infinitas vanalidades acerca de su repugnante cotidaneidad consumista.
Luego, que lo presionen de una y otra forma para que acceda a su mismo tipo de vida, mismas costumbres, mismo escepticismo, etc. Que lo amenacen con toda una vida en soledad si acaso no accediese a unírseles; que fuese obligado a comparar tamaño y forma de innumerables senos y trastes de mujeres ortopédicas, a manejarse según los criterios estéticos de la moda, a embriagarse rutinariamente, a ver programas de televisión que no sólo no educan, sino que deseducan al espíritu...
Digamos, que si aquella persona había antes cobrado alas, y estaba abandonando la caverna, los otros, por mera insensatez, le dieron de a escopetazos a más no poder para que aterrice de cabeza a la tierra de la oscuridad y la doxa, u opinión.
Ahora sí, introducidos de ese modo, comprenderán las palabras de Platón.
Por cierto, quise simplemente graficar la situación empleando los recursos mínimos, por lo que tal vez no les maraville la poesía, ni el relato planteado. Apunto, en realidad, a lo siguiente:
"Es natural, desde luego -dijo, que haya que extrañarse de que, al pasar un hombre de las contemplaciones divinas a las miserias humanas, se muestre torpe y sumamente ridículo cuando, viendo todavía mal y no hallándose aún suficientemente acostumbrado a las tinieblas que le rodean, se ve obligado a discutir, en los tribunales o en otro lugar cualquiera, acerca de las sombras de lo justo o de las imágenes de que son ellas reflejo, y a contender acerca del modo en que interpretan estas cosas los que jamás han visto la justicia en sí?"
La república, Platón. Prólogo del libro sexto.
En fin, no es más que la incomprensión hacia las grandes mentes, y hacia todos aquellos que estén un paso adelante. Es catalogar de loco a quien toma conciencia. Es bufonearlo, es encerrarse en el consumismo, en la superficialidad, es revolcarse en el barro hediondo de esa caverna, y negarse a creer en algo más. Es negarse a soñar, amigos, y negarle la posibilidad de soñar a los demás.
Pobre de aquél, que haya visto las cosas desde arriba, y no encuentre palabras en este vulgar idioma para hacernos entender una realidad otra.
Sin más, me despido desplegando el catalejo al tiempo que firmo esta carta y me dispongo reembarcarme.
Etiquetas:
crisis social,
La República
viernes, mayo 9
Unos problemillas...
Estimados tripulantes de este buque averiado; presentaré ante ustedes un par de simpáticos problemas que atañen a la dinámica y cinemática de las partículas. Se pueden resolver manejando conceptos muy básicos: fórmulas de la cinemática, conceptos de sistema de fuerzas y rozamiento estático.
Tuve el gusto de encontrarlos, en un volumen del viejo Resnick-Halliday-Krane, cuarta edición.
1) Dos trenes, cada uno a una velocidad de 34 km/h, corren uno hacia el otro en la misma vía recta. Un pájaro que puede volar a 58 km/h vuela saliendo del frente de un tren cuando los trenes están separados por una distancia de 102 km y va directamente hacia el otro tren. Al llegar al otro tren vuela de regreso hacia el primer tren, y así susesivamente.
a) ¿Cuántos viajes podrá hacer el pájaro de un tren a otro antes de que los trenes choquen?
b) ¿Cuál es la distancia total que recorre volando el pájaro?
(es más interesante reemplazar los valores luego de haber trabajado con la fórmula pura)
2) Una persona desea apilar arena sobre un área circular en su patio. No debe apilarse arena fuera del círculo. Halle una fórmula para calcular el volumen de la montaña en función del radio de la base y el coeficiente estático de rozamiento. (El volumen de un cono es Ah/3, donde A es el área de la base y h es la altura)
Tuve el gusto de encontrarlos, en un volumen del viejo Resnick-Halliday-Krane, cuarta edición.
1) Dos trenes, cada uno a una velocidad de 34 km/h, corren uno hacia el otro en la misma vía recta. Un pájaro que puede volar a 58 km/h vuela saliendo del frente de un tren cuando los trenes están separados por una distancia de 102 km y va directamente hacia el otro tren. Al llegar al otro tren vuela de regreso hacia el primer tren, y así susesivamente.
a) ¿Cuántos viajes podrá hacer el pájaro de un tren a otro antes de que los trenes choquen?
b) ¿Cuál es la distancia total que recorre volando el pájaro?
(es más interesante reemplazar los valores luego de haber trabajado con la fórmula pura)
2) Una persona desea apilar arena sobre un área circular en su patio. No debe apilarse arena fuera del círculo. Halle una fórmula para calcular el volumen de la montaña en función del radio de la base y el coeficiente estático de rozamiento. (El volumen de un cono es Ah/3, donde A es el área de la base y h es la altura)
sábado, abril 5
Escala de Mohs
La dureza es la medida de la resistencia que la superficie de un mineral ofrece al ser rayado. Esta propiedad está relacionada al especial ordenamiento de los átomos.
A cualquier hombre adepto a incorporar conocimientos prácticos sobre ciertos aspectos de la mater natura, que luego podrán representar una ventaja para tomar decisiones influyentes en nuestra supervivencia, le resultará en extremo satisfactorio el que haya tenido oportunidad de compartir con ustedes, la sorprendente "Escala de Mohs".
Existen básicamente dos métodos para identificar la dureza de un mineral: la primera, empleando un durímetro, artificio que mide la resistencia del material a medida que se lo somete a diferentes presiones mecánicas. La segunda, a partir de la Escala de Mohs.
Hubo una vez un hombre llamado Mohs, que decidió clasificar los minerales en una escala de dureza, dando al mineral más blando el valor de 1, y al más duro, 10. De esta manera, si tuviéramos frente a nosotros un mineral desconocido, que se muestre rayado, por ejemplo, por otro de dureza 8; pero no por uno de dureza 7, diremos que posee una dureza entre 7 y 8.
Ahora me agradará poner ante ustedes algunos casos ejemplares en los cuales el conocimiento de la escala jugaría un papel fundamental, decisivo, para alcanzar nuestro objetivo.
Primer caso: Supongamos que un individuo, por causas desconocidas, desease irrumpir en la casa de otro sujeto, mediante métodos no convencionales. Sabiendo que el dueño del hogar ha reforzado sus ventanas con una cubierta de cuarzo, es de esperarse que si el primer sujeto le arrojase un ladrillo, éste dificilmente lo romperá. El individuo, si deseara obtener un buen resultado, debería lanzar un trozo de topacio, o, mejor aún, corindón. (el diamante, por lo general es más difícil de conseguir en grandes cantidades. Pero, aplicando el ingenio, bien se podría proceder a rayar, cortar la superficie de cuarzo con un filo de éste mineral)
Segundo caso:Imaginemos que dos sujetos van a batirse a duelo; y es hora de elegir sus armas. Si el primero optase por una espada forjada de fluorita, el segundo, lógicamente, si conociera la escala, no optaría por un arma hecha de calcita, sino más bien por una hecha con apatita (o hierro, pues posee igual dureza)
Tercer caso: Si un vándalo de espíritu creativo quisiera profanar una estatua hecha de ortoclasa, para reformar ciertos detalles le sería necesario valerse de un cincel de cuarzo.
Escala de Mohs:
1. Talco
2. Yeso
3. Calcita
4. Fluorita
5. Apatita
6. Ortoclasa
7. Cuarzo
8. Topacio
9. Corindón
10. Diamante
A cualquier hombre adepto a incorporar conocimientos prácticos sobre ciertos aspectos de la mater natura, que luego podrán representar una ventaja para tomar decisiones influyentes en nuestra supervivencia, le resultará en extremo satisfactorio el que haya tenido oportunidad de compartir con ustedes, la sorprendente "Escala de Mohs".
Existen básicamente dos métodos para identificar la dureza de un mineral: la primera, empleando un durímetro, artificio que mide la resistencia del material a medida que se lo somete a diferentes presiones mecánicas. La segunda, a partir de la Escala de Mohs.
Hubo una vez un hombre llamado Mohs, que decidió clasificar los minerales en una escala de dureza, dando al mineral más blando el valor de 1, y al más duro, 10. De esta manera, si tuviéramos frente a nosotros un mineral desconocido, que se muestre rayado, por ejemplo, por otro de dureza 8; pero no por uno de dureza 7, diremos que posee una dureza entre 7 y 8.
Ahora me agradará poner ante ustedes algunos casos ejemplares en los cuales el conocimiento de la escala jugaría un papel fundamental, decisivo, para alcanzar nuestro objetivo.
Primer caso: Supongamos que un individuo, por causas desconocidas, desease irrumpir en la casa de otro sujeto, mediante métodos no convencionales. Sabiendo que el dueño del hogar ha reforzado sus ventanas con una cubierta de cuarzo, es de esperarse que si el primer sujeto le arrojase un ladrillo, éste dificilmente lo romperá. El individuo, si deseara obtener un buen resultado, debería lanzar un trozo de topacio, o, mejor aún, corindón. (el diamante, por lo general es más difícil de conseguir en grandes cantidades. Pero, aplicando el ingenio, bien se podría proceder a rayar, cortar la superficie de cuarzo con un filo de éste mineral)
Segundo caso:Imaginemos que dos sujetos van a batirse a duelo; y es hora de elegir sus armas. Si el primero optase por una espada forjada de fluorita, el segundo, lógicamente, si conociera la escala, no optaría por un arma hecha de calcita, sino más bien por una hecha con apatita (o hierro, pues posee igual dureza)
Tercer caso: Si un vándalo de espíritu creativo quisiera profanar una estatua hecha de ortoclasa, para reformar ciertos detalles le sería necesario valerse de un cincel de cuarzo.
Escala de Mohs:
1. Talco
2. Yeso
3. Calcita
4. Fluorita
5. Apatita
6. Ortoclasa
7. Cuarzo
8. Topacio
9. Corindón
10. Diamante
lunes, marzo 10
“Joh Fabricii Narratio, et Dubitatio de modo eductionis speclerum visibilium”
Me detendré a presentarles un fragmento un tanto extenso, pero que no desperdicia palabras, que me impactó sobremanera cuando lo encontré en un libro del que daré algunos detalles. Se trata del primer tomo de “Astronomía Popular”, escrito por Augusto T. Armicis de la Real Sociedad Astronómica de Londres, publicado en Barcelona por los editores Montaner y Simón, en el año 1901.
He quedado maravillado, no tanto por el contenido (el cual, aunque desactualizado en extremo para la época, no por ello ha perdido su valor), sino más bien por el trato particular del mismo. Si hubiera una palabra para describirlo, creo que sería “apasionante”, y aquello es algo que no encuentro en los manuales actuales, que nos presentan la información con una frialdad casi indiferente…
Augusto inserta descubrimientos en un hilo narrativo, y se detiene a explicarnos quiénes, en qué contexto, y cómo descubrieron los hechos. Explica las leyes de la óptica, en un nivel básico, para entender el punto sobre el que se basó Galileo para establecer que las manchas se constituyen en la superficie solar, descartando la idea de que fuesen planetas; esquematiza los distintos métodos de observación, destacando qué se pudo avanzar con cada uno de ellos… ¿Sabían que Galileo perdió su vista por observar el Sol sin modificadores?. Transmite, como dije, la pasión que sintieron aquellos grandes hombres; y si a uno le interesa, a veces siente que ha viajado al siglo 19…
Sin más, he aquí el fragmento. Nota: observen cómo, de un día para el otro, Fabricio inventa el sistema de proyección.
“La primera obra impresa conocida en que se trata de las manchas del sol, es la que publicó el astrónomo holandés Juan Fabricio, titulada Joh Fabricii Narratio, et Dubitatio de modo eductionis speclerum visibilium. (Witterbergae, 1611 in 4.º) La dedicatoria está fechada en 13 de junio de 1611. De esta obra extractamos la siguiente curiosa relación, de las observaciones de Fabricio:
" Examinando un día con un anteojo el disco del Sol, vi con sorpresa en su superficie una mancha negruzca bastante grande, que tomé al principio por una nube; pero fijándome más, conocí mi error; la elevación del Sol y su excesivo brillo (I) me obligaron a dejar la observación para el día siguiente. Mi padre y yo pasamos el resto del día y aquella noche con gran impaciencia, discurriendo sobre lo que podía ser aquella mancha; si pertenece al Sol, decía yo, volveré a verla, indudablemente; en caso contrario, su movimiento nos la hará invisible; en fin, al día siguiente la vi otra vez, con un placer indecible; pero había cambiado de lugar, y esto aumentó nuestra confusión; sin embargo, ideamos recibir los rayos solares por un pequeño agujero de una cámara obscura sobre un papel blanco, y la vimos dibujarse perfectamente en forma de nube entrelarga; el mal tiempo nos obligó a suspender nuestras observaciones durante tres día; pasados éstos había avanzado la mancha oblicuamente, hacia el occidente. Distinguimos otra más pequeña próxima al borde del Sol, que en el transcurso de algunos días llegó hasta el centro. Vino luego una tercera; antes había desaparecido la primera que se presentó, y pocos días después lo hicieron las otras dos. Vacilaba entre el temor y la esperanza de no volverlas a ver, pero diez días después apareció la primera en el borde oriental. Comprendí entonces que hacía una revolución, y desde principios del año me he confirmado en esta creencia y he enseñado estas manchas a otras personas, que piensan lo mismo que yo. Sin embargo, una duda me impidió escribir desde luego sobre este asunto, y me hacía arrepentirme de haber empleado mi tiempo en estas observaciones. Veía que no conservaban entre sí la misma distancia, que cambiaban de forma y de velocidad; pero mi placer fue mucho mayor cuando descubrí la verdadera causa. Como es de suponer por estas observaciones, las manchas se hallan situadas sobre el cuerpo mismo del Sol, que es esférico y sólido, y al llegar cerca de los bordes han de verse más pequeñas, disminuyendo su velocidad. Invitamos a los aficionados a las verdades físicas a que se aprovechen del bosquejo que les presentamos; supondrán, sin duda, que el Sol tiene un movimiento de conversión, como dijo Jordán Bruno en su Tratado del Universo, y en último lugar, Keplero en su libro sobre los movimientos de Marte; pues, en otro caso, no sé qué podríamos hacer de estas manchas."
(I) Todavía no se empleaban modificadores.”
He quedado maravillado, no tanto por el contenido (el cual, aunque desactualizado en extremo para la época, no por ello ha perdido su valor), sino más bien por el trato particular del mismo. Si hubiera una palabra para describirlo, creo que sería “apasionante”, y aquello es algo que no encuentro en los manuales actuales, que nos presentan la información con una frialdad casi indiferente…
Augusto inserta descubrimientos en un hilo narrativo, y se detiene a explicarnos quiénes, en qué contexto, y cómo descubrieron los hechos. Explica las leyes de la óptica, en un nivel básico, para entender el punto sobre el que se basó Galileo para establecer que las manchas se constituyen en la superficie solar, descartando la idea de que fuesen planetas; esquematiza los distintos métodos de observación, destacando qué se pudo avanzar con cada uno de ellos… ¿Sabían que Galileo perdió su vista por observar el Sol sin modificadores?. Transmite, como dije, la pasión que sintieron aquellos grandes hombres; y si a uno le interesa, a veces siente que ha viajado al siglo 19…
Sin más, he aquí el fragmento. Nota: observen cómo, de un día para el otro, Fabricio inventa el sistema de proyección.
“La primera obra impresa conocida en que se trata de las manchas del sol, es la que publicó el astrónomo holandés Juan Fabricio, titulada Joh Fabricii Narratio, et Dubitatio de modo eductionis speclerum visibilium. (Witterbergae, 1611 in 4.º) La dedicatoria está fechada en 13 de junio de 1611. De esta obra extractamos la siguiente curiosa relación, de las observaciones de Fabricio:
" Examinando un día con un anteojo el disco del Sol, vi con sorpresa en su superficie una mancha negruzca bastante grande, que tomé al principio por una nube; pero fijándome más, conocí mi error; la elevación del Sol y su excesivo brillo (I) me obligaron a dejar la observación para el día siguiente. Mi padre y yo pasamos el resto del día y aquella noche con gran impaciencia, discurriendo sobre lo que podía ser aquella mancha; si pertenece al Sol, decía yo, volveré a verla, indudablemente; en caso contrario, su movimiento nos la hará invisible; en fin, al día siguiente la vi otra vez, con un placer indecible; pero había cambiado de lugar, y esto aumentó nuestra confusión; sin embargo, ideamos recibir los rayos solares por un pequeño agujero de una cámara obscura sobre un papel blanco, y la vimos dibujarse perfectamente en forma de nube entrelarga; el mal tiempo nos obligó a suspender nuestras observaciones durante tres día; pasados éstos había avanzado la mancha oblicuamente, hacia el occidente. Distinguimos otra más pequeña próxima al borde del Sol, que en el transcurso de algunos días llegó hasta el centro. Vino luego una tercera; antes había desaparecido la primera que se presentó, y pocos días después lo hicieron las otras dos. Vacilaba entre el temor y la esperanza de no volverlas a ver, pero diez días después apareció la primera en el borde oriental. Comprendí entonces que hacía una revolución, y desde principios del año me he confirmado en esta creencia y he enseñado estas manchas a otras personas, que piensan lo mismo que yo. Sin embargo, una duda me impidió escribir desde luego sobre este asunto, y me hacía arrepentirme de haber empleado mi tiempo en estas observaciones. Veía que no conservaban entre sí la misma distancia, que cambiaban de forma y de velocidad; pero mi placer fue mucho mayor cuando descubrí la verdadera causa. Como es de suponer por estas observaciones, las manchas se hallan situadas sobre el cuerpo mismo del Sol, que es esférico y sólido, y al llegar cerca de los bordes han de verse más pequeñas, disminuyendo su velocidad. Invitamos a los aficionados a las verdades físicas a que se aprovechen del bosquejo que les presentamos; supondrán, sin duda, que el Sol tiene un movimiento de conversión, como dijo Jordán Bruno en su Tratado del Universo, y en último lugar, Keplero en su libro sobre los movimientos de Marte; pues, en otro caso, no sé qué podríamos hacer de estas manchas."
(I) Todavía no se empleaban modificadores.”
domingo, marzo 2
Lo que conviene a la República no es lo que conviene a todos
… ya había percibido cierto aroma “nazi” en la república utópica de Platón. Desde que sugirió prohibir toda manifestación artística que no siguiera el lineamiento templado y armónico. O cuando propuso que la frialdad y espíritu inflexibles eran cualidades que debían cultivarse desde muy jóvenes a los futuros “guerreros”…
… además de sus planes expansionistas, para los cuales se valdría de la guerra, en los cuales se vería apoyado por repúblicas aliadas, a las que serían entregadas las riquezas saqueadas…
Pero debí detener mi lectura, un tanto espantado, luego de llegar al siguiente fragmento:
“Pues de acuerdo con nuestros principios es necesario que las mujeres y los hombres mejores tengan relaciones asiduas y que, por lo contrario, estas relaciones sean poco frecuentes entre los individuos inferiores de uno y otro sexo; es preciso, además criar a los hijos de los primeros y no de los segundos, si queremos que nuestros ciudadanos sean de mejor calidad posible. Por otro lado, es menester que todas estas medidas se mantengan ocultas, excepto de los gobernantes, para que no haya la menor discordia entre los guardianes. Ahora bien, los hijos, a medida que vayan naciendo, estarán a cargo de instituciones formadas por hombres o por mujeres, o por hombres y mujeres reunidos, pues las tareas son comunes, creo yo, al uno y al otro sexo… Llevarán a los hijos de los mejores a un establecimiento común y los confiarán a nodrizas que vivirán en un barrio determinado de la ciudad. Los hijos de los individuos inferiores e igualmente los de los otros, si nacen con alguna deformidad, serán ocultos en algún lugar secreto e incierto”. Extraído de La República, de Platón. Libro quinto.
… además de sus planes expansionistas, para los cuales se valdría de la guerra, en los cuales se vería apoyado por repúblicas aliadas, a las que serían entregadas las riquezas saqueadas…
Pero debí detener mi lectura, un tanto espantado, luego de llegar al siguiente fragmento:
“Pues de acuerdo con nuestros principios es necesario que las mujeres y los hombres mejores tengan relaciones asiduas y que, por lo contrario, estas relaciones sean poco frecuentes entre los individuos inferiores de uno y otro sexo; es preciso, además criar a los hijos de los primeros y no de los segundos, si queremos que nuestros ciudadanos sean de mejor calidad posible. Por otro lado, es menester que todas estas medidas se mantengan ocultas, excepto de los gobernantes, para que no haya la menor discordia entre los guardianes. Ahora bien, los hijos, a medida que vayan naciendo, estarán a cargo de instituciones formadas por hombres o por mujeres, o por hombres y mujeres reunidos, pues las tareas son comunes, creo yo, al uno y al otro sexo… Llevarán a los hijos de los mejores a un establecimiento común y los confiarán a nodrizas que vivirán en un barrio determinado de la ciudad. Los hijos de los individuos inferiores e igualmente los de los otros, si nacen con alguna deformidad, serán ocultos en algún lugar secreto e incierto”. Extraído de La República, de Platón. Libro quinto.
sábado, marzo 1
una de las "Cenizas de almendro"
“Cuando su guantalete hubo vuelto a la mano
el Cid siguió su rumbo por la primaveral
senda. Un pájaro daba su nota de cristal
en un árbol. El cielo profundo desleía
un perfume de gracia en la gloria del día
Las ermitas lanzaban en el aire sonoro
su melodiosa lluvia de tórtolas de oro;
el alma de las flores iba por los caminos
a unirse a la piadosa voz de los peregrinos
y el gran Rodrigo Díaz de Vivar, satisfecho
iba cual si llevase una estrella en el pecho
Cuando de la campiña, aromada de esencia
sutil, salió una niña vestida de inocencia;
una niña que fuera una mujer, de franca
y angélica pupila, y muy dulce y muy blanca.
Una niña que fuera un hada, o que surgiera
encarnación de la divina Primavera”
El hedor se volvía insoportable; hasta aquí llegaba la paciencia del joven. Al parecer, entre más se endulzaba la poesía, menos podía saborearla… Y más péstido se tornaba el odioso ritmo que se alzara en completa discordancia
con las aves
con el fresco jardín
con las nubes de fantasía
con el encanto de la poesía…
No pudo soportarlo un solo momento más. Una furia incontrolable se apoderó del espíritu comúnmente apacible del joven. Y a medida que aquella tortura lo mutilaba, iba sintiendo, en su interior, cómo la mas terrible e insana locura se adueñaba velozmente de su ser.
Profirió un grito
desgarrador
de profunda ira
y profundo dolor.
Los niños callaron su juego, espantados. Al tiempo que el joven corría fuera de sí, atravesando el jardín con la escalera bajo el brazo; la misma que un momento antes parecía descansar poéticamente acomodada junto al almendro que aun no terminaba de desprender sus frutos…
Fue cuando los niños
aterrados,
impávidos,
lo vieron caer del techo
con un hacha en sus dos manos.
Fue cuando lo vieron pasar entre ellos, con la vista clavada en el equipo de música, como si estuviera poseído, bajo un encantamiento, o poderoso hechizo.
Y el hacha se blandió siete veces sobre los trozos del destruido artefacto. Y el joven rió, rió como un desquiciado.
Y por un instante calló la misma Tierra
con sus álamos
y zorzales
La ciudad calló
con sus motos y camiones
helicópteros y aviones.
Sólo se oyó una risa, terrible, penetrante, desahogada.
Cuando aquel instante se desvaneció, los niños lloraban, y el joven corría.
- Al campo, seguramente, a encontrarse con el canto de las aves, el susurro del arroyo, los rasguidos arrancados de hojas de álamo, articuladas por la mano del viento, como si se tratara de instrumentos de cuerda. Cual le prometiera su añorado Bécquer…
Y lo cierto es que lo consumió la envidia; la misma que guardaba reprimida desde hace tiempo, y que buscó como campo de batalla, donde fuera a proclamarse vencedora, la inocente felicidad de unos niños.
Porque ellos reían
porque ellos jugaban
Y no porque la música de su fiesta eclipsara la poesía que, del otro lado del muro, del otro lado de la glicina, anidaba en las páginas de Rubén Darío.
“Y fue al Cid y le dijo: alma de amor y fuego
por Jimena y por Dios un regalo te entrego,
es la rosa naciente y este fresco laurel
Y el Cid, sobre su yelmo las frescas hojas siente,
en su guante de hierro hay una flor naciente
y en lo íntimo del alma como un dulzor de miel”
el Cid siguió su rumbo por la primaveral
senda. Un pájaro daba su nota de cristal
en un árbol. El cielo profundo desleía
un perfume de gracia en la gloria del día
Las ermitas lanzaban en el aire sonoro
su melodiosa lluvia de tórtolas de oro;
el alma de las flores iba por los caminos
a unirse a la piadosa voz de los peregrinos
y el gran Rodrigo Díaz de Vivar, satisfecho
iba cual si llevase una estrella en el pecho
Cuando de la campiña, aromada de esencia
sutil, salió una niña vestida de inocencia;
una niña que fuera una mujer, de franca
y angélica pupila, y muy dulce y muy blanca.
Una niña que fuera un hada, o que surgiera
encarnación de la divina Primavera”
El hedor se volvía insoportable; hasta aquí llegaba la paciencia del joven. Al parecer, entre más se endulzaba la poesía, menos podía saborearla… Y más péstido se tornaba el odioso ritmo que se alzara en completa discordancia
con las aves
con el fresco jardín
con las nubes de fantasía
con el encanto de la poesía…
No pudo soportarlo un solo momento más. Una furia incontrolable se apoderó del espíritu comúnmente apacible del joven. Y a medida que aquella tortura lo mutilaba, iba sintiendo, en su interior, cómo la mas terrible e insana locura se adueñaba velozmente de su ser.
Profirió un grito
desgarrador
de profunda ira
y profundo dolor.
Los niños callaron su juego, espantados. Al tiempo que el joven corría fuera de sí, atravesando el jardín con la escalera bajo el brazo; la misma que un momento antes parecía descansar poéticamente acomodada junto al almendro que aun no terminaba de desprender sus frutos…
Fue cuando los niños
aterrados,
impávidos,
lo vieron caer del techo
con un hacha en sus dos manos.
Fue cuando lo vieron pasar entre ellos, con la vista clavada en el equipo de música, como si estuviera poseído, bajo un encantamiento, o poderoso hechizo.
Y el hacha se blandió siete veces sobre los trozos del destruido artefacto. Y el joven rió, rió como un desquiciado.
Y por un instante calló la misma Tierra
con sus álamos
y zorzales
La ciudad calló
con sus motos y camiones
helicópteros y aviones.
Sólo se oyó una risa, terrible, penetrante, desahogada.
Cuando aquel instante se desvaneció, los niños lloraban, y el joven corría.
- Al campo, seguramente, a encontrarse con el canto de las aves, el susurro del arroyo, los rasguidos arrancados de hojas de álamo, articuladas por la mano del viento, como si se tratara de instrumentos de cuerda. Cual le prometiera su añorado Bécquer…
Y lo cierto es que lo consumió la envidia; la misma que guardaba reprimida desde hace tiempo, y que buscó como campo de batalla, donde fuera a proclamarse vencedora, la inocente felicidad de unos niños.
Porque ellos reían
porque ellos jugaban
Y no porque la música de su fiesta eclipsara la poesía que, del otro lado del muro, del otro lado de la glicina, anidaba en las páginas de Rubén Darío.
“Y fue al Cid y le dijo: alma de amor y fuego
por Jimena y por Dios un regalo te entrego,
es la rosa naciente y este fresco laurel
Y el Cid, sobre su yelmo las frescas hojas siente,
en su guante de hierro hay una flor naciente
y en lo íntimo del alma como un dulzor de miel”
lunes, febrero 25
Filósofos al poder
"Terminé por adquirir el convencimiento, con respecto a todos los Estados actuales, de que están, sin excepción, mal gobernados; en efecto, lo referente a su legislación no tiene remedio sin una extraordinaria reforma, acompañada además de suerte para implantarla. Y me vi obligado a reconocer, en alabanza de la verdadera filosofía, que de ella depende el obtener una visión perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno político como en el privado, y que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son recta y verdaderamente filósofos ocupen los cargos públicos, o bien los que ejercen el poder en los Estados lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de la palabra". (Introducción del Libro Segundo de La República, de Platón).
Días antes de encontrarme con este ilustrativo fragmento, me lamentaba sobre las consecuencias acarreadas por una mala formación intelectual de los que hoy en día ocupan cargos de gobierno. "Los políticos de hoy sólo saben de política. Eso es, la mera burocracia. Pero ignoran la realidad; no saben de Filosofía ni de moral..." Palabras similares le pronunciaba a mi amiga, mientras una profunda desolación - angustia que me ataca a menudo, cuando me asomo de mis fantasías para contemplar la cruda realidad del siglo 21 - se abatía en mi alma. Tardé en reponerme, a medida que el tema progresaba, y ya caminábamos lejos de aquella plaza.
No creo que la solución que nos propone el sabio griego sea algo sencillo. La clave está en lograr el avance cultural, forjándolo a través de una verdadera educación - la del alma - que asiente virtudes en toda la sociedad. Pero los sistemas políticos y sociales modernos no se comparan con los de aquella época. Se requiere un sistema de soluciones infinitamente complejas que asistan a toda la humanidad. Es necesario - y de extrema urgencia - resolver problemas pendientes entre el hombre y la naturaleza, problemas entre el hombre y otros hombres, y problemas del hombre consigo mismo. No se puede lograr la paz en una región geográfica determinada; menos aun considerando la interdependencia creciente, sino que es necesario un replanteamiento a nivel global, respaldado por todos, y un planeamiento estratégico, como ya dije, de soluciones reales a largo plazo.
Días antes de encontrarme con este ilustrativo fragmento, me lamentaba sobre las consecuencias acarreadas por una mala formación intelectual de los que hoy en día ocupan cargos de gobierno. "Los políticos de hoy sólo saben de política. Eso es, la mera burocracia. Pero ignoran la realidad; no saben de Filosofía ni de moral..." Palabras similares le pronunciaba a mi amiga, mientras una profunda desolación - angustia que me ataca a menudo, cuando me asomo de mis fantasías para contemplar la cruda realidad del siglo 21 - se abatía en mi alma. Tardé en reponerme, a medida que el tema progresaba, y ya caminábamos lejos de aquella plaza.
No creo que la solución que nos propone el sabio griego sea algo sencillo. La clave está en lograr el avance cultural, forjándolo a través de una verdadera educación - la del alma - que asiente virtudes en toda la sociedad. Pero los sistemas políticos y sociales modernos no se comparan con los de aquella época. Se requiere un sistema de soluciones infinitamente complejas que asistan a toda la humanidad. Es necesario - y de extrema urgencia - resolver problemas pendientes entre el hombre y la naturaleza, problemas entre el hombre y otros hombres, y problemas del hombre consigo mismo. No se puede lograr la paz en una región geográfica determinada; menos aun considerando la interdependencia creciente, sino que es necesario un replanteamiento a nivel global, respaldado por todos, y un planeamiento estratégico, como ya dije, de soluciones reales a largo plazo.
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